Sin embargo, si compras una funda barata no esperes que haga milagros, para viajes más largos, bodegas de carga de un avión, o para tenerlo apilado en el maletero junto con otros objetos, de poco te va servir, aun peor si tienes en su interior un instrumento de gama alta.
Lo mejor sería adquirir una funda con una capacidad de protección mayor, estaríamos hablando de fundas con un importante acolchado y rígidas. Estas fundas nos garantizan que en la mayoría de situaciones, nuestro instrumento saldrá de una pieza. A no ser que lo tires desde una tercera planta claro...
La elección de nuestra funda va depender en muchas ocasiones de nuestra capacidad económica, en el mejor de los casos contaremos con varias fundas para nuestros cajones flamencos, pudiendo usar un tipo de funda para cada ocasión, pero esto no tiene que ser lo habitual, así que si sólo podemos permitirnos una funda, deberíamos elegir una funda versátil, con bolsos para llevar mas cosas, unas buenas correas que aguanten el paso del tiempo y los tiros y sobretodo que sean comodas, no hay nada peor que tener que caminar hasta el lugar de la actuación y llegar con la correa incrustada en el hombro.
Asi que si no nos podemos adaptar nosotros, que se adapte ella, deberíamos sopesar qué uso le vamos a dar, y ante la duda... la más acolchada.